El “Almacén 18” y la memoria de las cosas. Reviviendo el Éxodo del pueblo juliano-dálmata.

Resumen (Español)

Hay un lugar en Italia que cuenta una historia que todavía divide al país, una historia que se ha vuelto “partidista”, en la que estos objetos domésticos han tomado un color político, convirtiéndose con razón o sin ella en el grito de batalla de los partidos de derecha del país.
El Almacén 18, un antiguo almacén situado en el Puerto Viejo de Trieste es el lugar donde se encuentran amontonados los enseres domésticos que nunca fueran recuperdas de quien fue considerado "italiano" y "fascista" y obligado a abandonar sus propiedades en Istria y Dalmacia, convirtiendose en un fugitivo en el país donde era ciudadano.
Una historia que viene del “lado equivocado” y que ha sido explotada durante años, descontextualizando el Éxodo y la tragedia de las Foibe de la sucesión de dramas históricos y humanos vividos por las poblaciones de las zonas que formaron parte de Yugoslavia y hoy forman parte de territorio esloveno y croata.
Pero las cosas hablan, cuentan historias, dan voz a quienes ya no la tienen. Un espectáculo teatral fue el primero en dar voz a las cosas y a las historias detrás de las “cosas”, recogiendo voces y reconstruyendo la historia desde abajo: “Magazzino 18”, del cantautor y poeta Simone Cristicchi.
Precisamente después de ver el programa, decidí dedicar parte de mi investigación sobre la memoria a una visita al almacén, registrando al mismo tiempo la historia del Director del IRCI que, junto con las fotos tomadas ese día, se convirtieron en la base de un breve trabajo “La memoria de las cosas”, del que partió una reflexión ulterior que me llevó a ampliar el campo de investigación, hasta los lugares abandonados en la ex Yugoslavia tras las guerras de los años noventa y últimamente hasta las primeras investigaciones sobre la memoria de las cosas que dejan atrás quienes, tras la invasión, abandonan Ucrania hacia lo desconocido.